El herido puesto en pie

Durante mi vida de jesuita me ha tocado acompañar a diversas personas, desde jóvenes inquietos por discernir su vocación, familias con dificultades de comunicación, jóvenes con problemas de adicciones, jóvenes pandilleros, hasta comunidades afectadas por la violencia. Muchas de ellas con experiencias de fracaso que las lleve a la pérdida de sentido de la vida y del orden, pero también muchas de ellas que han logrado resignificar la frustración y ponerse de pie.

¿Qué hace levantarse a una persona que fracasó? ¿Qué hace recuperar la esperanza cuando vivió la frustración? Son las preguntas que quiero responder en este texto con la intención de animar a quienes no encuentran la salida o a quienes les cuesta perseverar en la decisión.

Primero quiero señalar que la violencia, en su diversidad de formas, sea directiva, cultural o estructural, hace que las personas se fragmenten internamente, perdiendo el sentido de vida y de orden. La violencia genera traumas que fracturan las relaciones con el origen, con el territorio, con la tradición y con la comunidad. Esto debilita el vínculo social.

Ahora bien, he visto que cuando alguien se pone de pie empieza con un afecto a una persona. Ese afecto les hace asumir la propia realidad con esperanza, saben que se sumergen en la oscuridad de la vida, pero acompañados.

Este proceso se favorece cuando hay personas a su alrededor que lo animan a salir adelante, que le muestran lo positivo de la vida y las posibilidades para recuperarse. Ahí se necesita la escucha de su verdad, que se le crea a su palabra.

Pero el proceso se detona cuando se encuentra a otro herido que se puso de pie, sea una persona o una comunidad, el testimonio de quien hace el esfuerzo por sostener su peso o quien logró superar el fracaso, y se convierte en alimento espiritual para levantarse día con día.

Y esto se fortalece aún más cuando la persona se encuentra con Jesús como el herido puesto de pie; contemplando sus heridas logra resignificar su dolor y su sufrimiento, y toma esperanza de que, así como él puede resucitar, también podrá compartir de esa alegría de la resurrección.

Finalmente, son los ritos los que tienen la capacidad de volver a la armonía social y natural. Ritos como la comida familiar, sembrar un árbol, encender un fuego, dar un abrazo, hacer una oración o dar la bendición. Ahí construimos la nueva narrativa de los heridos puestos de pie.

 

Jorge Atilano González Candía / Coordinador del Programa de Reconstrucción del Tejido Social de la Compañía de Jesús

 

El consumo de drogas en el trabajo

El consumo de drogas en el ámbito laboral es una realidad actual y compleja, ya que se asocia principalmente al tipo de actividad que el trabajador realiza y ello la tiende a ocultar. Estamos hablando de drogas legales o ilegales de las que en muchas ocasiones se justifica su uso con el argumento de que su consumo mejora el desempeño laboral, disminuye el estrés, o de que el contacto con ciertas sustancias es inevitable. La realidad es que tarde o temprano muchos trabajadores que se inician en el consumo, cobijados en estas razones, se complican en un proceso de adicción que afecta todos los ámbitos de su vida, incluyendo el del trabajo. Lo anterior nos lleva a hablar de “riesgos laborales”, es decir los peligros existentes en el entorno laboral, que pueden provocar daños físicos o psicológicos.

El acceso “fácil” a sustancias es parte de algunas profesiones y oficios, entre ellos se encuentran médicos, pintores, carpinteros, dentistas, enfermeras, zapateros, farmacéuticos, entre otros, lo cual implica el riesgo de desarrollar una adicción. Por ejemplo, en el gremio de los médicos los anestesiólogos presentan mayor incidencia en el abuso y dependencia, así como los psiquiatras.

Existen otras profesiones o actividades laborales cuyo desempeño “se facilita” con el uso de sustancias, por ejemplo, los transportistas de carga pesada pueden permanecer más horas sin sueño y manejando con el uso de psicoestimulantes; los abogados realizan muchas de sus gestiones en espacios sociales donde el alcohol está implicado; los artistas y arquitectos suelen conformar su espacio creativo con el uso de la mariguana.

Algunos sectores de la economía requieren el uso de la fuerza física que, al combinarse con la intensificación de la jornada laboral, ambientes de mucho frío o calor, actividad riesgosa —como el trabajo en alturas—, se asocian con el desarrollo de dolor crónico, lo que provoca que se consuman analgésicos; al no haber un pertinente control del dolor se instalan cuadros de abuso de analgésicos, tal es el caso de cargadores, albañiles y obreros en general.

Entre 20 y 25% de los accidentes laborales ocurren bajo los efectos de estas sustancias. En principio, al trabajador le parece que el consumo de ciertas sustancias favorece su desempeño laboral, pero el incremento en las dosis contribuye a generar dependencia, de manera que, a la postre, la falta del consumo o bien su consumo en exceso suele derivar en malestares físicos y emocionales, con incidencia en las relaciones personales y laborales.

La prevención y detección oportuna de las adicciones en el espacio laboral emergen como una prioridad en pos de la seguridad y bienestar del trabajador y su entorno social.

 

Referencia

García Rosete, J. (1996). “Consumo de drogas, adicciones y ámbitos laborales”. Liberaddictus. Disponible en: http://liberaddictus.org/empresa-y-adicciones/304-%22consumo-de-drogas,-adicciones-y-ambitos-laborales%22.html

 

Ana Araceli Navarro Becerra / Maestra de la Maestría de Desarrollo Humano del iteso

Dulce María Valencia Vega / Profesora de la Maestría en Psicoterapia del iteso, especialista en adicciones

Elba Noemí Gómez Gómez / Académica del iteso

 

La familia adicta al adicto

Sara Yépez Medina, nuestra entrevistada, es licenciada en Consejería y educadora en Estrategias de Prevención de Conductas Antisociales, con amplia experiencia en el acompañamiento de grupos de ayuda mutua para adictos y sus familiares en Al–Anon y aa. Ha impartido talleres sobre violencia intrafamiliar y codependencia.

 

¿Qué me puedes decir de “la familia adicta al adicto”?

Parece una paradoja “la familia adicta al adicto”, sin embargo, en la dinámica familiar se viven, con frecuencia, relaciones que favorecen que alguno de sus integrantes migre hacia un consumo adictivo de drogas. Es la codependencia un nombre nuevo para un mal muy viejo, pero la familia no sabía hasta qué punto ellos estaban Involucrados o estaban de cierta manera, enfermos emocionalmente.

 

¿Es el adicto algo así como el chivo expiatorio?

Resulta interesante cómo el miembro de la familia que es adicto asume toda la problemática familiar y se convierte en una especie de chivo expiatorio. Un blanco fácil a quien culpar de todos los males de la familia; ésta se convierte en “víctima” por todo lo que le ha tocado sufrir con el adicto: pérdida de cosas, problemas con la ley, problemas de dinero, relaciones afectivas rotas, búsquedas nocturnas en calles u hospitales.

 

¿Cuál son las reacciones familiares?

La familia tenderá a minimizar o hasta ocultar lo que sucede porque lo que la familia extendida y amigos esperan escuchar es: “Mi hijo ya se va a graduar; mi hijo ya se va de intercambio; mi hijo ya se casó; mi hijo ya está emprendiendo un negocio; mi hijo acaba de comprar un carro”. Se miente porque se cree que los demás no entenderían y la familia se aísla en su problema. En esta dinámica familiar la persona que asume el papel de “rescatista–salvadora” del adicto tiende a descuidarse: pasa algo en el entorno familiar, todo el mundo está asustado, se vive una dinámica familiar intensa y agresiva.

 

¿Cómo es la dinámica que se vive?

Vivir con una persona codependiente es la locura. La persona codependiente tiene el papel de perseguir, rescatar y victimizar. La persona codependiente se queja del adicto: “Me robó y me mintió; me dejó en vergüenza”. La codependencia produce silencios afectivos que destruyen. No es fácil decir y aceptar que tengo un hijo adicto, tengo un hijo que me ha golpeado, tengo un hijo que me ha robado, tengo un hijo al que he sacado ene veces de los separos y hospitales o internado en psiquiátricos.

 

¿Cómo describes este tipo de relaciones dependientes?

La relación se vuelve simbiótica entre el adicto y la persona codependiente, el adicto se deja manipular siempre y cuando le convenga; en este ir y venir de manipulaciones surge la culpa y el adicto empieza a abusar. Esta espiral hecha de manipulaciones y culpas termina en acciones que no tendrán fin. La persona codependiente asume lo que cree que es su responsabilidad frente a la promesa de cambio por parte del adicto: “Le tuve que comprar un certificado porque él me dijo que quería seguir estudiando; es que le tuve que pagar las cuentas porque necesitaba un nuevo récord de crédito”. Es como una ruleta rusa. Mientras no se limpie el entorno de codependencia, el adicto volverá a consumir.

Por último, es necesario retomar que la codependencia entre los individuos es como una especie de caldo de cultivo para que uno o varios miembros de la familia sean víctimas de la adicción. Otro elemento que no se puede pasar por alto es el proceso en el cual entra la familia con un miembro adicto: una dinámica que altera la afectividad y la confianza de toda la familia. Para decirlo en pocas palabras: son relaciones simbióticas en las que la culpa tendrá un papel preponderante y fungirá como motor para que los perfiles codependiente–adicto sigan en una espiral de autodestrucción. Mientras no se limpie el entorno de codependencia el adicto volverá a consumir.

 

María Peña Gutiérrez / Académica del Departamento de Psicología, Educación y Salud del iteso

 

Clavigero Núm. 9

No. 9

Entre la incertidumbre y la esperanza: elecciones en México

Periodo: agosto – octubre 2018

Después de experiencias de gobiernos fallidos, en los planos federal y estatal, los mexicanos enfrentaron el 1 de julio de 2018 una de las elecciones más importantes en la historia del país: se eligieron personas para los cargos en el Poder Ejecutivo y Legislativo federal, así como diversos cargos en 30 entidades de la federación. En Jalisco, además, se renovaron los poderes Ejecutivo y Legislativo y las presidencias municipales de los 125 municipios de la entidad. Fue una elección concurrente considerada la más grande en la historia reciente del país. Adicionalmente, este proceso electoral ha sido el más costoso para los mexicanos, en un contexto de violencia electoral causada por el crimen organizado.

Equipo ETIUS / Observatorio de Comunicación y Cultura del ITESO
Coordinador del número

Publicado: 2018-31-10

Contenido

  • Editorial
  • El nuevo mapa político de México
    Jorge Rocha Quintero
  • 2018: las elecciones más grandes, más caras y más violentas
    Pedro Mellado Rodríguez
  • Otras formas de hacer política: los independientes. El caso Jalisco.
    Julio González González Durán
  • Todos vamos en el mismo barco para construir un proyecto de país
    Francisco Álvarez Partida
  • Jóvenes y elecciones en México: el futuro es hoy
    Darwin Franco Migues
  • Ciencia a sorbos. Ciencia y elecciones
    Maya Viesca Lobatón
  • Medios de comunicación, Internet y elecciones
    Magdalena Sofía Paláu Cardona
  • La Pizca. Elecciones históricas
    David Velasco Yáñez, SJ
  • ¿Por qué votamos menos?
    José Bernardo Masini Aguilera
  • Sensaciones que la violencia ha robado
    Pablo Montaño
  • Algunas propuestas del nuevo gobierno
    Alma Gloria Reyes Perales

Editorial

Después de experiencias de gobiernos fallidos, en los planos federal y estatal, los mexicanos enfrentaron el 1 de julio de 2018 una de las elecciones más importantes en la historia del país: se eligieron personas para los cargos en el Poder Ejecutivo y Legislativo federal, así como diversos cargos en 30 entidades de la federación. En Jalisco, además, se renovaron los poderes Ejecutivo y Legislativo y las presidencias municipales de los 125 municipios de la entidad. Fue una elección concurrente considerada la más grande en la historia reciente del país. Adicionalmente, este proceso electoral ha sido el más costoso para los mexicanos, en un contexto de violencia electoral causada por el crimen organizado.

Estas características sumadas a la reconfiguración de las instituciones políticas, a los cambios que se han incorporado en la normatividad, así como en la emergencia de las candidaturas independientes, en un entorno de creciente desigualdad social, inseguridad, corrupción, impunidad y un alto malestar social revelan la necesidad de hacer un alto en el camino, para fijar la mirada en algunas dimensiones de este proceso, sus resultados electorales, y la reflexión sobre posibles escenarios para los siguientes seis años. ETIUS, Observatorio de Comunicación y Cultura del ITESO, centró sus esfuerzos, durante la primavera y el verano, en observar este proceso electoral. Algunas de las reflexiones resultado de ese trabajo se comparten en este número de Clavigero.

 

Graciela Bernal Loaiza

Susana Herrera–Lima

Magdalena Sofía Palau Cardona

Alma Gloria Reyes Perales

EQUIPO ETIUS / Observatorio de Comunicación y Cultura del ITESO

etius.iteso.mx

Medios de comunicación, internet y elecciones

La prensa, la radio, la televisión y las redes sociales que operan a través de internet tienen un papel importante en los procesos electorales. El supuesto es que un sistema político democrático requiere de la participación de los ciudadanos. Para que los ciudadanos actúen adecuadamente requieren de información, tanto para deliberar en torno a problemas de interés público como para ejercer su voto en un proceso electoral. A través de los medios de comunicación se establece la relevancia de algunos temas y se ofrece orientación sobre cómo interpretarlos.

Durante las elecciones, los medios de comunicación tienen la función de proporcionar al ciudadano la información por medio de la cual conoce a los candidatos, los temas más relevantes de sus proyectos políticos y las propuestas de gobierno con las que pretenden resolver los problemas públicos.

La construcción de la imagen de los candidatos se realiza a través de la forma en que cada uno se presenta, de lo que los oponentes dicen de un candidato y de los mensajes que otros actores y ciudadanos hacen circular en las redes sociales o en los medios de comunicación.

Es imprescindible que los ciudadanos sean conscientes de que la información que reciben tiene diversas intencionalidades políticas y que, en ocasiones, puede ser falsa o imprecisa. Cuestionar la información que se recibe es colocarse activa y responsablemente en el papel de ciudadanos frente a cualquier tema de interés público.

 

MAGDALENA SOFÍA PALÁU CARDONA / Académica del ITESO

 

2018: Las elecciones más grandes, más caras y más violentas

Como las más grandes, las más caras y las más violentas de la historia moderna de México serán recordadas las elecciones del pasado domingo 1 de julio del 2018. 

También quedarán registradas como el proceso en el cual fue electo, por primera vez en la historia del país, un presidente de izquierda, al lograr Andrés Manuel López Obrador, del partido Morena, un total de 30 millones 110 mil 327 sufragios, equivalentes a 53.2% de la votación depositada en las urnas, según dictamen de la Sala Superior del Poder Judicial de la Federación, al calificar la elección presidencial el miércoles 8 de agosto de 2018.

Fueron las elecciones más grandes después de la consumación de la Revolución Mexicana y la institucionalización del régimen de partidos en 1929, porque se disputaron 3 mil 406 cargos públicos: entre ellos la Presidencia de la República, 500 diputaciones federales, 128 posiciones en el Senado de la República, 9 gubernaturas, 972 diputaciones locales y 1 mil 597 presidencias municipales.

Fueron las más caras porque al sumar el costo de operación de las principales instituciones federales involucradas en el proceso, los contribuyentes financiaron una contienda que costó 29 mil millones de pesos.

Fueron 25 mil 15 millones del Instituto Nacional Electoral (incluidos 6 mil 788 millones de financiamiento a partidos políticos), 3 mil 893 del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y 161 millones más de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales.

A estos 29 mil millones habría que sumar otros 6 mil 49 millones de pesos de financiamiento otorgado a los partidos políticos por los gobiernos de las 32 entidades del país. En 2018 los partidos políticos recibieron, como suma total del financiamiento federal y estatal más de 12 mil millones de pesos según reseñó la plataforma de internet verificado.mx el 11 de junio del 2018.

Los comicios del 2018 fueron también los más violentos de la historia. El miércoles 3 de julio del 2018 la plataforma de la Consultora Etellekt, que elaboró el Indicador de Violencia Política durante el proceso electoral, explicó: “Desde el inicio del proceso electoral y hasta el 30 de junio de 2018, el Indicador de Violencia Política de Etellekt registró un total de 627 agresiones en contra de políticos y candidatos en todo el país, con un saldo de 145 asesinatos (48 de ellos, candidatos y precandidatos), 206 amenazas e intimidaciones, 85 agresiones físicas, 57 agresiones con arma de fuego, 52 atentados contra familiares (50 víctimas mortales), 36 asaltos con violencia, 25 heridos por arma de fuego y 21 víctimas de secuestro e intentos de secuestro”.

PEDRO MELLADO / Periodista y académico del ITESO

Algunas propuestas del nuevo gobierno

El próximo gobierno presentó un conjunto de propuestas sobre asuntos que son de interés para todos los ciudadanos. La agenda abarca aspectos de economía, justicia, seguridad y desarrollo social.  Saber cuáles son esas propuestas y participar activamente en lo que nos corresponde favorecerá acciones responsables del gobierno.

 

Pensiones

Para el 2030 casi 30 millones de mexicanos estarán pensionados, esto equivale a un jubilado por cada cinco empleados en activo. Los recursos serán insuficientes para que la población pensionada asegure su futuro económico.

Se procurará garantizar una vida digna a los pensionados impulsando la inversión directa de Sociedades de Inversión en Proyectos de infraestructura que beneficien a México.

 

Producción de energía

Más de 45% de la energía que consumimos proviene de fuentes hidroeléctricas y solamente 0.2% de fuentes eoloeléctricas.

Se impulsará la producción de energía de fuentes alternativas y reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables.

 

Seguridad

En cinco millones 938 mil 618 hogares en México hubo al menos una persona que fue víctima de robo o extorsión durante el primer semestre del año, esto representa 38.6% de los hogares en zonas urbanas del país. El 76.8% de la población de 18 años y más considera que vivir en su ciudad es inseguro.

La creación de una Secretaría de Seguridad Pública independiente de la Secretaría de Gobernación impulsará labores de inteligencia.

 

Educación

84% de los alumnos mexicanos tiene un nivel insuficiente o mínimo en matemáticas; 83% en ciencias y 76% en comprensión lectora.

El 50% de los empleadores afirma no encontrar jóvenes con las habilidades que requieren.

Se propone coordinar la educación inicial con la salud y nutrición, cancelar la reforma educativa, profesionalizar a los docentes e instrumentar un Nuevo Modelo Educativo.

 

Salud

Debido a los limitados recursos disponibles para salud y la baja calidad de la atención sanitaria, la esperanza de vida es de las más bajas. México es el segundo país con mayor obesidad (33% de los adultos), y la más alta proporción general de población con obesidad (73%).

La propuesta es fortalecer el Sistema Público de Salud, priorizar un enfoque preventivo.

 

ALMA GLORIA REYES PERALES / Académica del ITESO