Una movilidad urbana que nos conecta
En la ciudad nos movemos de un punto a otro de diversas formas: en bicicleta, transporte público, automóvil o caminando, entre otras más. Esto lo hacemos en calles que, en muchos casos, tienen una mala o nula infraestructura, o un servicio de transporte público inadecuado.
La movilidad urbana se relaciona con otras problemáticas como la pérdida de espacios naturales o verdes, la contaminación del aire —que nos enferma—, el acceso desigual al espacio público, la discriminación o la violencia en los trayectos de movilidad de las mujeres y disidencias sexo–genéricas, los siniestros viales que ponen en riesgo la vida de las personas, o la mala planeación urbana que afecta el derecho a la vivienda. Todo ello vulnera nuestro derecho a la ciudad.
En los textos de este número, integrantes de colectivos, instituciones y una egresada de Periodismo plantean un modelo de ciudad justo, a partir de una visión sistemática de la movilidad. Las y los autores incluyen la perspectiva de género, el cuidado de la vida y la sustentabilidad pero, sobre todo, colocan a las personas y al medio ambiente en el centro.
Yeriel Salcedo Torres
Académico del ITESO