Una mujer que participa en el cuidado de la casa común
Abstract
Hace 50 años el agua del lago de Cajititlán, en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, era tan cristalina que se podían ver peces de diferentes tamaños. La gente iba a este lugar para lavar su ropa y aprovechaba para pescar su comida ahí. Ahora es imposible ver lo que contiene por las capas de fango que lo cubren, debido a los residuos que arrojan cerca de 17 empresas, casas habitación de los alrededores y la actividad agrícola, afirma María de Jesús con un dejo de nostalgia.



