El turismo de naturaleza, eje integrador del territorio

Mauricio Margules Sevilla / académico del ITESO, profesor del PAP

Foto: Mario Rosales

Desarrollo de Clústers de Turismo Regional

¿Qué tan profunda puede llegar a ser la relación de entendimiento y cariño entre una comunidad y su entorno? Si esta pregunta la hubiéramos realizado en la primera mitad del siglo XX la pregunta se hubiera contestado con un tono irreverente, afirmando que no había nada más importante que eso. Incluso la revolución mexicana provocó que el territorio se repartiera entre más personas, generando un vínculo entre ellas y su terruño, y no hay nada que defina mejor el apego a la naturaleza y a eso que pudiéramos llamar “la obra divina” para muchos, que “el amor por el terruño”, ya que simplemente es una conexión en muchos casos física, en otros, espiritual con la tierra que nos ve crecer, nos alimenta, nos da la vida y nos integra en comunidad.

Pero, ¿qué pasa cuando hacemos ese mismo planteamiento hoy en día? La noción de apego, de identidad y de comunidad se han perdido no solo en el entorno urbano, también en el entorno rural, ya que la vocación de la tierra es ahora para desarrollos inmobiliarios, o se les renta a empresas, en muchos casos transnacionales, en el macizo montañoso de la zona de Tapalpa, Jalisco, para producción de berries y papa o para la siembra de agave y aguacate, provocando el desapego y, en el mejor de los casos, la migración de los habitantes del territorio, o, para quienes se quedan, convertirse en empleados de algún fraccionamiento o jornaleros de alguna empresa agrícola.

En ese sentido, el turismo en entornos rurales ha venido a ser ese catalizador, ese eje vinculante que ha ido logrando poco a poco la revaloración de ese terruño por parte de las comunidades locales, generando una opción productiva, no complementaria, sino adicional, que ha venido a provocar el inicio del rescate del patrimonio natural y cultural, pero, sobre todo, la reconstrucción de ese tejido social que se ha roto sistemáticamente durante las últimas décadas.

¿A qué nos referimos con turismo en entornos rurales? A partir del trabajo colaborativo entre los diferentes actores que participamos en este tipo de actividades y en conjunto con la Secretaría de Turismo a escala federal, en 2017, a través de la publicación de la Estrategia para el Impulso y Desarrollo del Turismo de Naturaleza en México, se definió como “Los viajes que tienen como fin realizar actividades recreativas en contacto directo con la naturaleza y las expresiones culturales que motivan al turista a participar con una actitud y compromiso de conocer, respetar, disfrutar y contribuir de una manera sostenible en la conservación de los recursos naturales y culturales”.

El turismo de naturaleza está dividido en distintos tipos de actividades o categorías de acuerdo con el interés del turista en tres grandes modalidades, que integran actividades con características homogéneas y desarrolladas con diferentes  grados de especialización, pero orientadas a generar experiencias y disfrute de quien las practica, con una visión de sostenibilidad y regeneración: el ecoturismo, que son los viajes que tienen como finalidad  realizar actividades recreativas de apreciación y conocimiento de la naturaleza, como  la observación de aves, safaris fotográficos o talleres de educación ambiental; el turismo de aventura, que son los viajes que tienen como objetivo realizar actividades recreativas asociadas a desafíos impuestos por la naturaleza, donde se participa en armonía con el medio ambiente, respetando el patrimonio natural, cultural e histórico. Algunas de estas actividades son el ciclismo de montaña, el buceo o el vuelo en parapente. Finalmente, el agroturismo, que son los viajes en los que se realizan actividades de convivencia e interacción con una comunidad rural, en todas aquellas expresiones sociales, culturales y productivas cotidianas, como los talleres gastronómicos y artesanales, vivencias místicas o visita a comunidades indígenas.

El turismo de naturaleza es un segmento dentro del sector que no solo ofrece una amplia experiencia y diversificada oferta al turista, sino que promueve también una relación muy cercana con el aprovechamiento de la naturaleza, observando en todo momento la necesidad de conservación del patrimonio natural y social, pero entendiendo sus procesos desde lo local, para así contribuir a la promoción y conservación de los sitios donde se practica,  propiciando que las poblaciones locales participen en esa actividad con el propósito de obtener beneficios que mejoren sus condiciones de calidad de vida.

>> Conoce más en:
https://www.unwto.org/restarting-tourism
https://tourism4sdgs.org/tourism-for-sdgs/what-are-the-sdgs/
https://www.weforum.org/agenda/2019/09/global-tourism-sustainable/
https://www.unwto.org/es/desarrollo-sostenible 
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