La producción de alimentos por los agricultores familiares para el autoconsumo y para el comercio justo con consumidores consciente es una de las alternativas para alcanzar el derecho a la alimentación, y este 2019 se cumplen 20 años del surgimiento de una de las redes que más ha defendido nuestros alimentos desde el campo hasta la mesa en Jalisco: la Red de Alternativas Sustentables Agropecuarias (RASA), que nace como un espacio de encuentro entre agricultores, campesinos, indígenas, mujeres, consumidores, neorrurales, técnicos, universidades y organismos no gubernamentales. La rasa tiene como elementos comunes fortalecer la agricultura familiar y sustentable, mantener la dignidad de la vida y la identidad rural, y contribuir en la solución a la pobreza rural y el cuidado a la naturaleza.
Es una sociedad cooperativa y en sus actividades participan 20 grupos locales, que integran a cien familias en distintos municipios de Jalisco, para construir una agricultura sustentable y diversificada, orientada primero a la soberanía alimentaria familiar y después al comercio justo de productos ecológicos. La Red comenzó con la formación en agroecología para mejorar la autosuficiencia alimentaria familiar y más adelante se incorporaron organizaciones de mujeres que introdujeron la perspectiva de género y se inició además la articulación con pueblos indígenas. En 2003 se incluyó el comercio justo con consumidores en el trabajo de la Red, y comenzó una participación activa en defensa del maíz nativo y contra las semillas genéticamente modificadas. Un cuarto momento se dio en 2007 con la articulación con otros movimientos rurales y urbanos en Jalisco y México, en temáticas como soberanía alimentaria, cuidado del agua y de los bosques. La actual etapa se inicia en 2014 cuando la RASA, en su propio Centro de Formación en Agroecología y Sustentabilidad (Cefas), comenzó los trabajos en el cuidado del maíz y en la conservación de semillas nativas de la milpa, cuya desaparición implica un grave riesgo para la alimentación de las familias de los campesinos y urbanos.
El Cefas consiste en dos hectáreas e instalaciones para la capacitación, la experimentación, la demostración y la producción y el consumo de agricultura sustentable. La formación en agroecología ha sido una tarea continua de la RASA y está fundamentada en el método campesino a campesino; a partir de su presencia continua en estos procesos de formación, los campesinos han recuperado —y en algunos casos, incrementado— la agrodiversidad, lo cual ha generado una mayor soberanía alimentaria en las familias. Hoy en día cultivan ocho especies de frutales, 17 especies de hortalizas, cuatro tipos de gramíneas, seis leguminosas distintas, 10 plantas medicinales y cinco especies animales que les proporcionan leche, carne, y huevo. Ello les permite alcanzar de nuevo la soberanía alimentaria a escala familiar, resistir a la crisis rural y recobrar importantes márgenes de autonomía productiva.1
Los agricultores que conforman la Red también participan en la producción de alimentos para los consumidores urbanos y se vinculan con ellos a través de diferentes ferias, mercados y cooperativas en el Área Metropolitana de Guadalajara y otras ciudades de Jalisco.
Acompáñanos en este esfuerzo para avanzar en nuestro derecho a la alimentación desde el campo y con la producción de alimentos sustentables. Para más información en Facebook: Red de Alternativas Sustentables Agropecuarias, y en https://redrasa.wordpress.com
Notas
- Bernardo, M.J. y Morales Hernández, J. El conocimiento campesino y la percepción simbólica como elementos para la formación en agroecología hacia la sustentabilidad rural. En Reyes Escutia, F.J. y Barrasa García, S. (coords.). Saberes ambientales campesinos: cultura y naturaleza en comunidades indígenas y mestizas de México. Ciudad de México / Madrid: Universidad de las Ciencias y Artes de Chiapas / Universidad Autónoma de Madrid, 2011.
Oscar Muñoz / Coordinador del Centro de Formación en Agroecología y Sustentabilidad de la RASA.