Nahuas, otomíes y tepehuas, casi todos hombres, están retornando a cuentagotas. Los deportados son pocos, casi siempre por tener algún récord.
El retorno no es normalmente un problema preocupante. Los jóvenes regresan a su comunidad y se integran con relativa facilidad a la milpa y al cafetal. Los largos años en Nueva York les permitieron enviar dinero para construir una casa y para tener vacas en su potrero. Antes de 2006 iban y venían cada dos o cuatro años. Ahora se tardan más en volver porque cruzar la frontera es cada vez más difícil. El campo está abandonado por los gobiernos, quieren convencerlos de que el modo de vida campesino es obsoleto. Por eso están emigrando peligrosamente a los contratos del corte de tomate en Sinaloa o de tuna en Teotihuacán. Y por temporadas más largas a Monterrey y Pachuca.
Los casos dolorosos son las deportaciones que dividen familias. Ayer llegó Juan Domingo, de la comunidad de Micuá. Pasó por donde había un pleito en la calle 149 del Bronx. Lo agarraron a él también. Después de tres días en el centro de detención lo mandaron de regreso a México. Allá se quedó su familia.
Nuestra Radio prioriza a los migrantes, ellos nos oyen por la aplicación Radio Huaya. En el programa “De lado a lado”, los lunes de 12:00 a 14:00 horas, se enlazan las voces de los migrantes con sus familias en el 105.5 FM. Los animamos a sacudirse el miedo de regresar. Analizamos también las posibilidades del trabajo temporal digno y monitoreado con visas H2A, en el corte de manzana en Washington.
Alfredo Zepeda, SJ, y Mónica López / Radio Huayacocotla. Seguimiento de migrantes
Radio Huayacocotla, “La Voz de los Campesinos”, es una emisora escuchada en 1,300 pueblos y comunidades de 140 municipios de la Sierra Norte de Veracruz, la Huasteca de Hidalgo, la Sierra de Puebla, la Huasteca de San Luis Potosí, la Sierra Gorda de Querétaro y la Huasteca de Tamaulipas, en su mayoría por personas de comunidades indígenas de los pueblos otomí, náhuatl y tepehua.