Si queremos paz, tenemos que nombrar y difundir paz
Resumen
La cultura de paz apuesta por mirar los conflictos de una forma completamente diferente: sin ignorar las violencias, centrarse en los esfuerzos de reconciliación, perdón y solidaridad; reconstruir a los gobiernos y al estado desde una perspectiva incluyente, y establecer un orden social que ponga por delante a los derechos. Completamente diferente, por ejemplo, a la actualidad de México,
un país que apostó por librar una “guerra contra el narcotráfico” y que condenó su sistema de justicia y su diálogo político a funcionar en torno a una abierta militarización de la vida cotidiana.