Mientras los bosques tropicales siguen transformándose en campos de cultivo y de pastoreo, en plantaciones comerciales y cerros desnudos, algunas personas se han dado a la tarea de ver qué pasa después de la deforestación, cuando los bosques se restablecen de muchas maneras y por distintas razones. En 2013, con el apoyo de la Fundación Nacional para la Ciencia de los Estados Unidos, se creó la Red de las Personas y la Restauración en los Trópicos para la Educación, Investigación y Síntesis (partners, por sus siglas en inglés).
En un total de 12 talleres 186 participantes trabajaron juntos para llenar lagunas en nuestro conocimiento de los factores y las consecuencias de índole social y ecológica de la reforestación en zonas tropicales. Han surgido proyectos colaborativos, atravesando fronteras entre países y disciplinas y tendiendo puentes entre la ciencia, las políticas públicas y la práctica de la reforestación.
En 2019 desarrollamos un sitio web para difundir ocho mensajes clave: 1) La reforestación tropical debe complementar y potenciar los intereses de la comunidad local: ganarse el sustento, cubrir sus necesidades y vivir su cultura; 2) La toma de decisiones en el plano local es indispensable para una reforestación tropical eficaz y duradera; 3) Cuando se plantan árboles hace falta prestar atención al contexto local y a las fuentes de las semillas con la finalidad de lograr resultados ecológicos y sociales eficaces; 4) La regeneración natural es un enfoque eficaz en términos de costos para recuperar la biodiversidad, los servicios ecosistémicos y los valores bioculturales; 5) Están surgiendo bosques nuevos en contextos socio–ecológicos diversos, con consecuencias importantes para las comunidades humanas, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos; 6) Las interacciones entre la reforestación tropical y el cambio climático abarcan múltiples dimensiones socio–ecológicas; 7) La reforestación tropical eficaz y duradera requiere de una visión holística y de innovaciones que incorporen sistemas sociales y ecológicos, y 8) Hacen falta principios orientadores para evitar las consecuencias negativas y para alcanzar la escala y el potencial de la restauración de bosques y paisajes.
Aparte de estos mensajes, aprendimos que la deforestación no es el punto final sino un comienzo. Para emprender una reforestación provechosa y duradera hay que promover una visión holística que tome en cuenta a múltiples grupos de personas y sus relaciones con la naturaleza, con la tierra, y entre sí.