Los acervos fotográficos

Escenarios de formación y construcción de memoria
Foto: Fabiola Núñez Macías

Jaime López Pastrana, Fabiola Núñez Macías, Mario Rosales y Noel Macías Vargas / académicos y egresado del ITESO participantes en el proyecto de conservación y difusión del acervo Memoria y espejo

Los acervos fotográficos son lugares privilegiados de memoria porque concentran documentos con imágenes del pasado. Requieren mucho trabajo de conservación y clasificación para que puedan ser consultados y utilizados en la generación de conocimiento, ya sea para una investigación, para la realización de películas o documentales, o para escribir sobre la historia. Los acervos, además de escenarios de formación técnica de restauración o catalogación, son también espacios de diálogo sobre la memoria.

Desde 2005 el ITESO ha propiciado por medio del archivo fotográfico Memoria y Espejo, acervo resguardado en Casa ITESO Clavigero, el diálogo entre profesores y estudiantes, y entre la universidad y la ciudad, en consonancia con el interés institucional por la preservación del patrimonio cultural, ya demostrado al adquirir esta casa declarada como Monumento Artístico de la Nación.

Memoria y Espejo está compuesto por dos fondos: el de Miguel Echeverría, fotógrafo y profesor en la década de los noventa, el cual no está catalogado ni clasificado debido a sus malas condiciones de conservación, y el de Álvarez del Castillo, que pertenecía a Jorge Álvarez del Castillo, fundador y director del periódico tapatío El Informador. Este último está integrado por 7,200 fotografías de varios autores, en las cuales se documenta la ciudad de Guadalajara en el periodo aproximado de 1880 a 1950.

El acervo Álvarez del Castillo ha sido organizado, clasificado, digitalizado y difundido para ponerlo a disposición de investigadores y académicos. En estos procesos han participado alumnos y profesores de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente, de la Universidad de Guadalajara y del ITESO, a través de la Licenciatura en Gestión Cultural y del Centro de Promoción Cultural. Esta labor se ha realizado a partir del servicio social, los trabajos de investigación y los voluntariados, y los escenarios de intervención y aprendizaje se han diseñado de acuerdo con las necesidades del acervo.

Las fotos por sí solas, colocadas en una caja, no sirven de mucho. Si queremos difundir el valor patrimonial con el que cuenta el ITESO con estos acervos fotográficos, y así mantener vivo el pasado, no desde una perspectiva romantizada de tiempos mejores sino como acontecimientos que dotan de sentido al presente, es necesario dialogar con esas imágenes. Por ello es fundamental seguir trabajando desde varias disciplinas para que estas fotografías, y con ellas el conocimiento del pasado sobre nuestra ciudad, no queden en el olvido.

Esto nos recuerda que las memorias no existen per se, sino que se construyen de manera compartida —y, por lo tanto, se deconstruyen y a veces hasta se destruyen— en un espacio y tiempo determinados. Vivimos en un momento sociohistórico en el que el olvido parece ley y las políticas de las memorias un despropósito, pero justamente ahí yace la importancia de la conservación de los archivos, entendiendo las memorias no solo como un escenario para la cohesión social, sino como un campo de disputa contra olvidos impuestos impunemente.

 

Rufer, M. (2021). Patrimonio y Memoria: ¿una relación tensa? [conferencia web]. Secretaría de Cultura y Turismo. https://bit.ly/3Iw316I

Dorado, Y., & Hernández, I. (2015). Patrimonio documental, memoria e identidad: una mirada desde las Ciencias de la Información. Ciencias de la Información, 46(2), 29–34. https://bit.ly/49UlIxn