Abuelos en la lucha

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Alejandro Mendo Gutiérrez / académico del ITESO

En los años recientes personas mayores de diversos países han salido a las calles para protestar contra el incumplimiento de los derechos que por ley deberían disfrutar en su etapa de retiro y descanso. A estas movilizaciones masivas de ancianos se les ha llamado “protestas de bastones” o “marchas de los abuelos”, y han emergido con fuerza en ciudades españolas, uruguayas, chilenas y argentinas a causa de que las políticas neoliberales vienen rebajando las garantías y los beneficios que las instituciones gubernamentales deberían ofrecerles.

El maltrato y el abandono permanente de la tercera edad son dos de las quejas centrales de estos colectivos, que acusan pensiones insuficientes y desatención en servicios médicos, además de deficientes gratuidades en transporte público y limitado acceso a actividades recreativas. En algunos casos, las fuerzas del orden han repelido con agresividad estas manifestaciones con el uso de gas lacrimógeno y vehículos blindados.

Para tener una idea del ingreso económico que llegan a recibir jubilados sudamericanos, en Argentina su pensión mensual equivale a la mitad del salario mínimo. A esto hay que sumar el decepcionante desempeño que han tenido las Administradoras de Fondos de Retiro chilenas, que pulverizaron los ahorros de décadas y ahora rinden raquíticas pensiones a sus retirados. En Santiago de Chile los miles de adultos mayores que han salido a protestar dicen hacerlo no solo por ellos sino por todos: “Cuando llegas al final de la vida te das cuenta de que no tienes nada”, dice uno de ellos. Jubilados españoles se decepcionan de la indiferencia de las generaciones jóvenes ante sus justos reclamos. Dice un sexagenario: “Nos hemos pasado la vida luchando por mejores condiciones de vida para que ellos no tuvieran que hacerlo”.

Como una respuesta integral la República del Uruguay ha desplegado una amplia estrategia de cobertura asistencial que atiende a las personas mayores a través de un esquema de institucionalización de servicios gubernamentales combinado con la participación de organismos civiles que prestan servicios sociales en barrios y vecindarios. Entre los recursos más innovadores está la entrega gratuita de tablets que facilitan trámites oficiales, animan la comunicación a distancia con familiares y que les abren el acceso a la Internet.

Esta preocupante situación que se generaliza no tarda en irrumpir en el escenario mexicano, sobre todo a partir de la revisión a la baja con que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha calificado los montos máximos que deben recibir los pensionados del Instituto Mexicano del Seguro Social. A esto hay que añadir los exiguos rendimientos que reportan las administradoras de fondos para el retiro, de lo que se desprende su inminente revisión contable y probable reconfiguración financiera. ¿Aquí también saldrán a luchar nuestros abuelos?

 

Notas al pie

[*] Con información de bbc News Mundo, El Siglo, El Español y Actualidad rt.