Trabajo y tecnología
“En el futuro no muy lejano robots y algoritmos van a remplazar a trabajadores que hagan tareas estructuradas y repetitivas, obreros en fábricas que hagan este tipo de tareas van a ser remplazados por robots, incluso gentes en oficinas que hagan cosas muy estructuradas podrán ser remplazados por la artificial intelligence.” Esto lo dijo Cipriano Santos, experto en matemáticas aplicadas, en la celebración del 13 aniversario del Café Scientifique el pasado 5 de septiembre. Aunque no escatimó en subrayar la imposibilidad de que la ciencia alcance a la inteligencia humana, pues “se trata de una arquitectura distinta, nosotros tenemos creatividad”.
Esta percepción de que la ciencia, y particularmente el desarrollo tecnológico, terminará por sustituir el trabajo humano es propia del pensamiento moderno. La revolución industrial trajo consigo una relación ambivalente con el desarrollo tecnológico, amado por unos y temido por otros. Según una encuesta del 2015 de Workmonitor, estudio trimestral de tendencias del mercado laboral de la consultora multinacional Randstad, 56% de los mexicanos piensa que su actual trabajo será automatizado durante la próxima década; más de la mitad de los chilenos; 70% en la India; 68%China y 54%Turquía.
Como también lo anotó Santos en su charla, pese a vivir en una sociedad del conocimiento, la ciencia tiene límites. La creatividad y la posibilidad del pensamiento abstracto son propias de las personas, por lo que “estudiar ingenierías, matemáticas, física, biología, ser poetas, pintores, músicos, crear empresas […], hacer cosas que no las puedan hacer las máquinas” ofrecen grandes posibilidades de desarrollo. Curiosamente, las mismas cosas que están en la base del pensamiento científico: curiosidad y creatividad.
Si bien el trabajo y la tecnología han sido desde la prehistoria un binomio inseparable, en la actualidad la vertiginosidad del cambio ejerce una mayor presión social. De ahí que la comprensión de sus implicaciones y la responsabilidad ética que de ellas se derivan debieran de ubicarse en el campo de reflexión tanto de productores como de usuarios.
* Consulta los audios de las sesiones del Café Scientifique ITESO, una fuente de información y diálogo en torno a la ciencia: http://cultura.iteso.mx/cafe_scientifique
Maya Viesca / Académica del Centro de Promoción Cultural y coordinadora del Café Scientifique del ITESO