El capitalismo y el neoliberalismo que rigen al mundo y a México impactan en el sistema educativo nacional y en la manera en la que se organiza la educación. La globalización requiere que los gobiernos inviertan menos en educación, la tecnología aumenta la miseria de los trabajadores, las empresas invierten para manejar la información y promover el consumo de mercancías inútiles. Los regímenes neoliberales apuestan por la educación para manejar el futuro y garantizar la reproducción de formas de subordinación y control. El estado mexicano ha centralizado la educación por medio de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Las escuelas funcionan como filtros que depuran la mano de obra destinada al ejército de reserva; hay categorías de maestros determinadas por el servilismo hacia la autoridad; los maestros se separan cada vez más de la materia de trabajo y trabajan sin pensamiento crítico, y se forman alumnos obedientes en lugar de alumnos creativos.
En México hay inequidad educativa, falta de recursos, corrupción y retraso educativo causados por la política de la SEP, un proyecto deshumanizador en el que se asume que la falta de preparación de los maestros es la causa del fracaso escolar y que el problema se solucionará si los maestros se preparan.
Los maestros que no compartimos estas políticas hemos diseñado una Propuesta de Educación Alternativa (PAE) que implica luchar en el terreno educativo y enfrentar al aparato del estado. La PAE propone un rescate de métodos novedosos que vuelvan más eficiente el quehacer de los maestros; transformar la escuela es una salida ideal. Para esto proponemos una crítica total al sistema. Esto solo puede ser viable con el desarrollo de la democracia de base hacia el poder popular, en la que los maestros y el pueblo hagan valer su derecho a decidir sobre su trabajo y su vida. Se busca despojar a la educación de su sentido capitalista y eurocentrista.
Los dos ejes que guían esta propuesta son la dignidad–emancipación humana y democrática, y el poder popular. Reconocer a los profesores como personas, sujetos con derecho a autoevaluarse; a concebir lo profesional y lo político desde una perspectiva humanista de corte comunitario.
Las nuevas formas de resistencia involucran la construcción de nuevas relaciones entre los trabajadores y de estos con el poder; abandonar el individualismo y colectivizar las experiencias para construir propuestas avanzadas. Adoptar un esquema de resistencia que quiebre las líneas de poder centralizado y que se haga presente en los niveles más pequeños de la organización escolar y comunitaria. Reformular el poder y volverlo una práctica comunitaria que se oponga a las decisiones verticales de la SEP.
La construcción de nuevas relaciones en las escuelas implica un trabajo de crítica total al sistema, de cuestionamiento de la escuela como tal y de una transformación de raíz.
Es importante reconocer que en México existen realidades locales con necesidades específicas y que por esto hay una amplia variedad de formas de lucha y resistencia. Por ello es necesario construir una propuesta nacional y que al mismo tiempo dé solución a problemas locales. Es importante que el sistema permita que los maestros conviertan el espacio local en un nuevo territorio social, lo que ayudará a que la escuela deje de ser una institución del estado y se convierta en un nuevo espacio público en tránsito hacia una nueva forma de organización social, en la que esté permitido el construir del pueblo.
Sócrates Pérez / Profesor y activista social.