Wendy Monserrat López Juárez / facilitadora del Centro Universitario Matías Romero de la Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca
La presencia de jóvenes, y especialmente estudiantes, ha sido decisiva para provocar el movimiento en las sociedades. Es inevitable mencionar la importancia de las contraculturas en la década de los sesenta, que emergieron justo en los años dorados del capitalismo, pues desde entonces era evidente la transformación social que ocurría y que ha provocado el colapso civilizatorio–ambiental que ahora enfrentamos. Hubo también manifestaciones contra la guerra, que en esa época ocurría en Vietnam, además del movimiento feminista y los movimientos por la libertad de expresión. Actualmente estas dos luchas todavía continúan, así como la resistencia negra, afrodescendiente e indígena. Vivimos un nuevo periodo de guerras y atestiguamos el genocidio en Palestina.
La crítica al capitalismo y la inconformidad con las guerras no es algo nuevo, pero actuar se vuelve cada vez más urgente. No solo vivimos el fin de una era, sino el surgimiento de otra. ¿Cómo es el mundo que nos toca ver nacer? ¿Cuál es nuestro lugar y nuestro compromiso como jóvenes, estudiantes o docentes?
La organización social sucede en los espacios de encuentro; la escuela y las universidades han sido uno de ellos. Inicialmente, Universitas no aludía a un centro de estudios, sino a comunidades o grupos que buscaban una meta común. Más allá de un inmueble con salones, asignaturas, profesores, horarios y tareas, las universidades son sitios de organización social. Por ello, vale la preguntarnos qué es lo que estamos poniendo en común en estos espacios.
En Oaxaca, la Universidad Autónoma Comunal emerge como un lugar en el que compartimos la vida y los saberes comunitarios. Las aulas y los profesores no ocupan un puesto central en el proceso, sino la experiencia de vida para proteger y defender lo comunitario, el lugar que habitamos. Las situaciones en cada región o comunidad son diversas: en la Sierra Mixe se promueven actividades para preservar la lengua originaria, en el Istmo de Tehuantepec se cuestionan los megaproyectos y su impacto en la vida comunitaria, así como el uso de energía verde, que despoja sus tierras y cambia sus formas de vida y métodos de subsistencia. Pasamos de la memorización de contenidos a la reflexión–acción en nuestros propios contextos.
El tema de la gentrificación y la turistificación ha sido relevante en varios países y ciudades, incluyendo México. Oaxaca figura entre las primeras ciudades del mundo donde ha habido protestas debido al turismo masivo, algunas otras son Barcelona, Medellín o Santorini. Muchas de estas protestas han sido reprimidas, así como ha sucedido en los campamentos instalados en contra del genocidio en Palestina en distintas universidades y ciudades del mundo. Sin embargo, la gráfica y las redes sociales han sido un medio común para hacer visibles las situaciones que vivimos.
No solo es importante sino necesario devolver a las universidades la característica de espacio para lo común, pasar de la educación convencional a la acción colectiva, compartir experiencias desde el contexto en el que vivimos y ser conscientes de nuestras posibilidades de acción. Que nuestros aprendizajes trasciendan los pizarrones y habiten lo cotidiano. Somos testigos del surgimiento de una nueva era: ¿cómo es el mundo que queremos construir y qué estamos haciendo para lograrlo?
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