Notas para la intervención en comunidades afectadas
Charlotte Smith / Departamento de Salud Pública de la Universidad de California en Berkeley
En el verano de 2019 un equipo de la Universidad de California en Berkeley en coordinación con el ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara, realizamos un estudio de métodos mixtos que incluyó encuestas, entrevistas grupales y visitas a jefes de hogar en dos comunidades de Poncitlán, Jalisco: Mezcala y San Pedro Itzicán. Estos pueblos están compuestos principalmente por pueblos indígenas coca que dependen de la agricultura y la pesca de subsistencia. Algunos miembros de la comunidad viajan diariamente a Guadalajara en busca de más oportunidades de empleo. Recopilamos información relacionada con exposiciones ambientales, ocupaciones y hábitos, incluido el consumo de alimentos y agua. También preguntamos sobre casos recientes de diarrea y enfermedad renal diagnosticada por un médico entre los miembros del hogar. Además, tomamos muestras de todas las fuentes potenciales de agua potable en busca de indicadores de contaminación bacteriana y contaminación fecal (bacterias coliformes totales y E. coli, respectivamente).
Las fuentes de agua potable en los hogares incluían agua del grifo, agua almacenada en tambos y agua comprada a los vendedores locales en garrafones de 20 litros, que es la fuente principal. Muy pronto encontramos que la mayoría de todas las fuentes disponibles de agua potable, incluida el agua “de garrafón”, en estas dos comunidades estaba contaminada con bacterias y muchas indicaron la presencia de heces fecales, contaminación según lo indicado por pruebas positivas de E. coli, que se ha asociado con el síndrome urémico hemolítico que puede ser fatal, sobre todo en los niños pequeños.
Intervención
Las intervenciones enfocadas en el suministro de agua potable a las comunidades pueden adoptar varios enfoques: las dirigidas al gobierno, a los proveedores de agua y a los miembros de la comunidad representados por organizaciones comunitarias. Es evidente que existe la necesidad de mejorar el sistema público de agua, incluida la infraestructura, la gobernanza, las operaciones y el mantenimiento, pero los recursos financieros y humanos del organismo regulador son limitados, lo que crea el mayor desafío para las agencias gubernamentales responsables.
31% de los hogares reportaron casos de diarrea en las últimas dos semanas previas a nuestra encuesta.
91% de las personas encuestadas consume agua de garrafones de embotelladoras locales.
También emerge la oportunidad de compartir conocimientos entre otros municipios del estado de Jalisco, sumar esfuerzos para que el gobierno rinda cuentas y sea transparente. La poca supervisión de las agencias reguladoras actualmente limita el nivel de responsabilidad de los proveedores privados de agua (purificadoras). Hay oportunidades para educar a estas entidades sobre la desinfección tanto del agua como de los contenedores, así como fomentar los procedimientos de control de rutina. Los desafíos para los proveedores de agua también tienen su origen en los bajos ingresos y la desigualdad en la comunidad.
La colaboración entre los proveedores de agua y las escuelas locales podría ser una oportunidad tanto para capacitar a los futuros empleados como para aumentar el monitoreo y la transparencia. Las oportunidades de participación de la comunidad deben centrarse en la educación y la promoción. Hay oportunidades para que las activistas y líderes comunitarios colaboren con profesores universitarios y estudiantes para aprender más sobre los problemas y soluciones con respecto al agua potable en su comunidad.
Conoce más en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33187103