Andrea Landeros y María José Frías / estudiantes de la Licenciatura en Periodismo y Comunicación Pública del ITESO
Familias que han instalado paneles solares para calentar el agua de sus casas defienden los ahorros y piden más facilidades
Salvador Gómez está considerando poner paneles solares en su casa para ahorrar dinero, según se lo recomendó un amigo cercano. “Me dijo que voy a ahorrar unos cinco mil pesos en total. Estoy pagando demasiado de luz y sí lo considero un robo, ya que mi familia y yo casi no estamos en la casa; la que más está aquí es mi esposa, pero ¿qué tanto puede gastar una sola persona?”
Mientras resuelve su dilema, lo cierto es que otras familias en la zona metropolitana de Guadalajara defienden no solo que el cambio a energía solar para calentar el agua de sus casas produce ahorros sino que además se pronuncian por que haya mayores facilidades de parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Instalar calentadores solares de agua en casa resulta una buena inversión después de no menos de tres años, pero redunda en ahorros visibles en el recibo de luz. Como calentar agua es la operación doméstica que más energía implica —hasta 50%, según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales—, a Salvador Gómez y su familia les parece buena idea.
En casa de Bill Quinn pusieron calentador solar hace 12 años y él calcula que su consumo de gas LP se ha reducido en 70%: “Sobre todo en Guadalajara, que hay tanto sol, se me hace muy obvio aprovecharlo. Nos quedamos con un bóiler para las pocas veces en el año que está nublado por varios días seguidos, o cuando tenemos mucha gente en la casa”.
Tras la instalación del primer calentador, su familia también hizo cambios en la fontanería para reutilizar las aguas grises de la lavadora, regadera y lavabo e instalar un huerto urbano en el techo de su casa.
En la casa de María José González hay un calentador solar desde hace seis años; su familia también calculó que sería más económico a largo plazo, a pesar de que la instalación costó casi 15 mil pesos: “Era demasiado lo que pagábamos, y eso que casi no lo usábamos, pero el bóiler tenía que estar prendido todo el día”.
La instalación dura medio día y el uso y cuidado del calentador son sencillos, pero en casa de María José debieron hacerse el hábito de apagarlo cuando no lo usan, para evitar problemas con la circulación de agua. Fuera de eso, dice, el calentador hace todo el trabajo, aunque, si la casa tiene tuberías metálicas o el día está nublado, el agua tardará en calentarse.
Bill Quinn ve otro problema: la falta de apertura por parte de la CFE y la carencia de incentivos para que más familias hagan la transición: “En otros países, si haces esa inversión y produces un excedente, entra al sistema y están obligados a comprarte esa energía”.
En casa de Salvador Gómez ya buscaron información. Dice que solo encontraron buenas referencias, aunque está preocupado porque su amigo también le dijo que el proceso será tedioso, porque tendrá que visitar a la CFE para explicar por qué quiere cambiar. Por lo pronto, Salvador y su esposa Elena intentan elegir entre dos empresas de paneles solares: una les ofrece ahorro de 100% en consumo eléctrico, otra además garantiza 25 años sin necesidad de reparaciones. Todo lo que esta familia tapatía tiene que hacer es decidir.
$5,860 a $23,780
Rango de los precios de calentadores solares, instalación incluida.
Fuente: Procuraduría Federal del Consumidor, junio de 2018.