Jaime Morales Hernández
Académico del Centro de Investigación y Formación Social del ITESO
Francisco Xavier Clavigero nace en Veracruz en 1731, fue profesor de diversas instituciones educativas jesuitas en México y muere en el destierro en Bolonia, Italia, en 1787. Han pasado casi trescientos años de su muerte y más de doscientos treinta de la publicación de su obra magna Historia Antigua de México, y con el paso del tiempo su pensamiento ha adquirido una profunda vigencia en la actualidad, especialmente en las labores de educación, investigación y divulgación científica.
El humanismo es en eje fundamental en la trayectoria intelectual de Clavigero, su trabajo está claramente comprometido con la defensa y revalorización de lo indígena y de lo mexicano, ante las afirmaciones “científicas” venidas desde Europa, y que argumentaban desde los inicios de la colonia la inferioridad mental y física de los habitantes de América, justificando con ello la imposición y el dominio europeo. La obra de Clavigero muestra la importancia de una ciencia con una perspectiva ética, dedicada a dar voz a los sin voz, a aliviar el sufrimiento de los más vulnerables, a mejorar la condición humana.
A partir de una amplia formación intelectual y con el dominio de diez idiomas, entre ellos el náhuatl y el mixteco, el pensamiento de Clavigero da cuenta de una gran capacidad para integrar conocimientos sobre diversos temas y articularlos desde una perspectiva compleja que en su conjunto dan cuenta de la cultura mexicana. En estos tiempos donde se imponen la especialización y la fragmentación de las ciencias, la obra de Clavigero nos recuerda la necesidad de enfrentar los actuales desafíos de nuestro mundo, a través de perspectivas científicas orientadas desde la interdisciplina, el diálogo de saberes y la transdisciplina.
Durante su vida académica Clavigero formó parte de una corriente de intelectuales jesuitas que enfrentaron el paradigma escolástico prevaleciente en las instituciones de educación de esa época, e impulsaron la renovación de los estudios, la difusión de las ideas de la Ilustración y la enseñanza de las ciencias, de la filosofía, la física y la historia. Ante las tendencias hacia el dogmatismo prevalecientes en las ciencias, las actividades de docencia e investigación de Clavigero nos ayudan a tener presente que la historia del conocimiento implica la continua ruptura y construcción de paradigmas.
La obra de Clavigero y especialmente la de su Historia Antigua de México, ejemplifican la relevancia que tiene la divulgación del conocimiento científico hacia la gente. En sus primeros cincuenta años este libro se publicó en italiano con catorce ediciones, castellano, inglés, alemán y francés, de acuerdo a las posibilidades de la época tuvo una amplia difusión, y con ello desempeño un papel fundamental en la construcción de la identidad de nuestra nación mexicana. La obra de Clavigero nos insta a fortalecer aquellas ciencias que van aplicadas a resolver los enormes problemas que enfrenta México, y nos recuerda la importancia de la divulgación del conocimiento como un compromiso de las universidades con las sociedades contemporáneas.