REPARA: Historia y futuro de la Red Mexicana para la Restauración Ambiental

México es un país con un alto capital natural y cultural, aunque en las últimas décadas su alta biodiversidad se ha visto afectada por actividades de alto impacto como la ganadería, la agricultura, la urbanización y la minería. Esto ha generado consecuencias negativas en la provisión de los servicios de los ecosistemas de los cuales depende la calidad de vida humana, como el aumento en los efectos negativos de fenómenos naturales como los huracanes, el incremento en la presencia de enfermedades exóticas como el zika y dengue, la contaminación de agua y la pérdida de cosechas agrícolas, entre otras. Una medida para revertir esta situación es la restauración ecológica que promueve la recuperación de los ecosistemas y paisajes. Para poner en marcha la restauración es indispensable que interactúen diversos actores sociales, los cuales pueden organizarse en redes.

¿Dónde restaurar los ecosistemas y conservar la biodiversidad de México?

La estrecha relación entre naturaleza y sociedad se refleja en la dependencia que tenemos los seres humanos de los ecosistemas naturales para subsistir. Por lo tanto, mantener un ambiente sano no solo es vital, sino que es una obligación y un derecho fundamental, como se establece en nuestra Constitución política.

México destaca por su gran diversidad cultural, por ejemplo, en el país se hablan 364 variantes lingüísticas. También es reconocido como un país megadiverso por su gran diversidad biológica. Se estima que es hogar de al menos 200,000 especies de plantas, animales, hongos y otros grupos microscópicos que habitan en bosques, selvas, mares y otros ecosistemas. Sin embargo, el deterioro ambiental se ha convertido en una seria amenaza para muchos ecosistemas, especies y su diversidad genética.

Para apoyar la conservación de la biodiversidad y revertir los impactos antrópicos, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), en colaboración con expertos de diversas disciplinas, ha desarrollado análisis para guiar acciones de protección y restauración ambiental. Se han identificado sitios prioritarios para la restauración (SPR) y sitios de atención prioritaria para la conservación (SAP); estos sitios son importantes porque albergan ecosistemas vulnerables y un elevado número de especies, muchas de ellas amenazadas. Los sap son sitios en buen estado de conservación; en cambio, los SPR presentan signos de degradación y fragmentación de la vegetación, por lo que requieren de esfuerzos para su recuperación.

Además, ante el cambio climático y las tendencias de pérdida de biodiversidad es importante mantener y fortalecer la conectividad ecológica entre fragmentos de vegetación natural. En otro estudio reciente de la Conabio se identificaron 4,504 “corredores bioclimáticos” que evitan en lo posible barreras que limitan el movimiento de los organismos, como carreteras, zonas agrícolas y cambios bruscos en el clima reciente y futuro. Realizar actividades de restauración en estos corredores contribuiría a reducir la fragmentación de hábitats, aumentar su superficie y facilitar el movimiento de especies ante el cambio climático para favorecer su supervivencia.

Es necesario formular e instrumentar diversas acciones y estrategias de conservación, restauración ambiental y manejo sustentable de la biodiversidad, con la participación activa de la sociedad, el apoyo de organizaciones civiles y académicas y de distintos niveles de gobierno, para garantizar el bienestar de la gente y las generaciones futuras.

Editorial

La crisis medioambiental que vivimos en la actualidad es cada día más evidente y avanza a pasos agigantados, afectando directamente el bienestar humano y la seguridad social. Desde el Centro Interdisciplinario para la Formación y Vinculación Social (Cifovis) se ha hecho un esfuerzo por llamar la atención sobre la degradación y destrucción de nuestros ecosistemas y resaltar la necesidad de conservación y restauración ecológica de estos para la mitigación del cambio climático global. En este contexto, la restauración ecológica tiene como principal objetivo revertir los impactos de la deforestación, la fragmentación, la degradación de suelos, el desequilibrio hidrológico, la pérdida de capacidad productiva, invasiones biológicas y la contaminación del agua y el aire.

La finalidad de este número de Clavigero es presentar los pilares actuales de la restauración ecológica desde diferentes perspectivas, así como algunos de los esfuerzos de restauración de los ecosistemas y resiliencia humana que tienen lugar en México.

Marinés de la Peña Domene

Natalia Mesa Sierra

Académicas del Centro Interdisciplinario para la Formación y Vinculación Social (Cifovis) del ITESO