Biodiversidad en espacios urbanos, realidades y retos

Juan Fernando Escobar–Ibáñez / especialista en la evaluación del impacto de las actividades humanas en la biodiversidad

La urbanización es una de las actividades humanas de mayor intensidad y de mayor duración. De hecho, es una de las principales causas de especies amenazadas en el mundo. A pesar de ello, muchas especies han encontrado la manera de abrirse paso entre la selva de concreto y de habitar estos espacios que son diseñados por y para una sola especie: la humana.

Las zonas urbanas están conformadas por la infraestructura gris —espacios cubiertos por superficies impermeables— y la infraestructura verde —espacios cubiertos por vegetación. La cantidad y distribución de cada tipo de infraestructura representa beneficios y perjuicios para diferentes especies, tanto animales como vegetales. Para la mayoría de las especies la infraestructura gris representa impactos negativos, mientras que la infraestructura verde ofrece recursos indispensables. En un estudio en el que colaboramos cerca de 29 investigadores y aficionados a la observación de aves[1], evaluamos la diversidad de aves en 24 ciudades capitales del país, y registramos un total de 160 especies. De estas, 151 fueron registradas en áreas verdes y 63 en áreas grises, pero solamente nueve fueron exclusivas de áreas grises, en tanto que 97 fueron exclusivas de áreas verdes, remarcando así la importancia de estos espacios. Además, muchas de las especies observadas en áreas grises eran especies de hábitos generalistas y sin amenazas para su conservación.

Es necesario mencionar que no todas las áreas verdes tienen la misma importancia para la biodiversidad, ya que aspectos como el tamaño, su cercanía al borde de la ciudad, la diversidad vegetal y la conectividad con otras áreas verdes influyen en el número de especies. Debido a ello y a la dificultad de incorporar nuevas áreas verdes a zonas urbanas es fundamental que no se pierdan las ya existentes, así como proteger áreas con vegetación natural afuera de las ciudades para que no se eliminen con la urbanización. Además, es indispensable aumentar la vegetación en las áreas grises para que muchas especies dejen de estar restringidas a estos sitios. Afortunadamente, existen muchas áreas de oportunidad para ello: desde azoteas y muros hasta camellones, banquetas, patios y jardines. En la medida en la que avancemos hacia ciudades más biodiversas avanzaremos hacia nuestro propio bienestar.

 

[1] MacGregor–Fors, I. et al. The urban contrast: A nationwide assessment of avian diversity in Mexican cities. Science of the Total Environment, vol. 753, 20 de enero 2021. En https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/ S0048969720354449