Pandemia y teletrabajo

La pandemia de covid-19 ha puesto en evidencia los desafíos que la desigualdad de género supone para las mujeres. El confinamiento ha dado por resultado la convergencia del hogar, el trabajo y la escuela, lo cual se ha traducido en una sobrecarga de trabajo para las mujeres.

Las tareas domésticas y de cuidados están asimétricamente repartidas entre hombres y mujeres. Se estima que en la región latinoamericana las mujeres realizan el triple de tareas domésticas que los hombres.[1]

Para las madres de niños y niñas en edad escolar el tiempo en casa ha supuesto convertirse no solo en cuidadoras de tiempo extra sino también en maestras, asistentes y supervisoras, esto sumado a su papel de madres, amas de casa y trabajadoras. Con el confinamiento las mujeres han tenido que aumentar el tiempo que dedicaban al cuidado de otros y al trabajo doméstico, al tiempo que balancean su desarrollo profesional y su autocuidado.

Con esto en cuenta, decidimos conocer cómo la pandemia ha afectado a las madres trabajadoras del ITESO a través de un pequeño sondeo en el que participaron 22 mujeres de la comunidad universitaria, tanto académicas como administrativas. Es así como observamos que las madres trabajadoras académicas y administrativas del ITESO manifiestan dedicarle mucho más tiempo al trabajo, a sus deberes y a las tareas domésticas y de cuidados.

Esto tiene un impacto importante en la calidad de vida de las mujeres ya que, en consecuencia, del incremento del tiempo dedicado a otras actividades, 84 por ciento de las participantes reporta un decremento significativo de sus actividades de ocio y recreación.

Uno de los puntos en común que se encuentra al leer sus experiencias es sin duda la delimitación de los horarios de trabajo. La mayoría manifiesta dificultades en el manejo de límites, ya que por más que lo busquen reciben correos y mensajes por la aplicación WhatsApp con asuntos de trabajo a horas inadecuadas o que ellas buscan destinar a sus familias, lo que hace que el teletrabajo no tenga horario. Algunas dicen que como estrategia han decidido realizar las actividades que les requieren mayor concentración a altas horas de la noche cuando los hijos ya se durmieron o a muy tempranas horas de la mañana cuando aún no despiertan, lo que las lleva a sacrificar el equilibrio vida-familia-trabajo. El manejo del tiempo no es el único reto que estas madres enfrentan, también el de crear en este tiempo momentos valiosos con sus hijos. Mientras la mayoría percibe que pasa mayor tiempo de calidad con sus hijos, otras manifiestan que el ambiente de su hogar se ha vuelto más estresante, lo que hace difícil aprovechar la convivencia.

Históricamente la atención a las tareas domésticas y de cuidados ha sido adjudicada a las mujeres como si fuera natural esta división desigual, la continuidad de este pacto social ha derivado en que el trabajo de las mujeres no termine nunca. La crisis que atravesamos es un llamado a evaluar las formas y lugares desde donde trabajamos, así como una llamada de emergencia a pensar en estrategias con perspectiva de género.

Este breve análisis pone en evidencia las necesidades de las madres trabajadoras de la comunidad universitaria. El ITESO debe considerar dirigir su plan de acción sobre las bases de la igualdad de género, tomando en consideración las desventajas aquí mostradas.

 

 

[1] Guterres, António. “El COVID-19 y las mujeres”, en ONU Mujeres, 30 de abril de 2020. Disponible en: https://cutt.ly/Guterres