Que los jóvenes apuesten desde la universidad por el cuidado de la casa común

En 2015 el papa Francisco publicó su carta encíclica Laudato si’, un texto guía de su pontificado que propone un modelo de ecología integral sobre el cuidado de la casa común: la Tierra. El pontífice advierte los peligros de la cultura del descarte y nos invita a dejar un planeta habitable para la humanidad que nos sucederá. Esto demanda una respuesta permanente desde las universidades, principalmente aquellas confiadas a la Compañía de Jesús.

En México, en el Sistema Universitario Jesuita existen diversas iniciativas que pretenden incidir en la formación de agentes de cambio hacia una nueva economía, apostando por un comercio alternativo, cada vez más ético y solidario.

La Escuela de Negocios del ITESO1 organiza las Jornadas de Comercio Alternativo y Negocios Sustentables, donde cada año participan más de 40 empresas sociales para ofrecer sus productos directamente a la comunidad universitaria. También propone asignaturas específicas como Mercadotecnia Alternativa, en la que los estudiantes conocen modelos alternativos de producción, comercialización y consumo; además brinda acompañamiento profesional y multidisciplinario a empresas cooperativas a través del Programa del Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) de Economía Social.

Por su parte, la Universidad Iberoamericana (Ibero) Puebla2 fomenta el desarrollo de iniciativas empresariales bajo esquemas de economía social, entre ellas destaca la de “Yo compro poblano”,3 un programa de emprendimiento del ayuntamiento de Puebla que reúne en la actualidad a más de 150 empresas sociales. También es pionera en ofrecer posgrados como la Maestría en Gestión de Empresas de Economía Social.

En Guanajuato, la Ibero León trabaja con el Instituto Nacional de Economía Social en la cocreación de un Laboratorio de Bienestar y Economía Social orientado a desarrollar iniciativas productivas con impacto local de forma sostenible.

Mientras tanto, la Ibero Ciudad de México colabora desde hace ocho años con la comunidad de Bachajón en la incubación y aceleración de Capeltic,4 una empresa de economía social formada por familias indígenas tseltales de Chiapas; además de lanzar en noviembre pasado el primer diplomado en línea sobre Economía Social Solidaria en América Latina y el Caribe, cuya primera generación reunió a más de 70 estudiantes de diferentes países que buscan desarrollar empresas con ese enfoque.

En Oaxaca, el Instituto Superior Intercultural Ayuuk5 fomenta proyectos productivos sociales para la conservación, aprovechamiento, trasformación y comercialización de los recursos naturales de la región, desde una perspectiva indígena, intercultural y de la sustentabilidad.

Las universidades adquieren un papel relevante en el desarrollo del comercio alternativo cuando se preocupan por la formación de sujetos capaces de proponer ideas de negocio y acciones empresariales con perspectiva del cuidado de la casa común; consumidores conscientes sobre el impacto que generan sus hábitos de compra y consumo.

NOTAS AL PIE

  1. https://escueladenegocios.iteso.mx/
  2. https://www.iberopuebla.mx/site-laines/
  3. https://yocompropoblano.com.mx
  4. https://www.capeltic.org/
  5. http://isia.edu.mx/

Luis Manuel Macías Larios / Profesor de la Escuela de Negocios del ITESO, especialista en temas de mercadotecnia alternativa y economía social.

Ana Paola Aldrete González / Profesora de la escuela de Negocios del ITESO, especialista en temas de mercadotecnia alternativa y economía social.