Cuando la economía se solidariza, la solidaridad se economiza

Antes de comenzar a explicar el título de este texto abro la pregunta: ¿es la economía una ciencia? ¿Qué es lo que nos podría llevar a afirmarlo o a negarlo? Claro, de entrada, qué estamos pensando que es la ciencia. Para atajar habría que decir que no hay una sola definición, y que muchos de nuestros imaginarios sobre lo que es la ciencia parten de tradiciones vinculadas a las ciencias llamadas exactas: matemáticas, física, química.

No obstante, a fin de reflexionar sobre la pregunta de inicio coloco una definición del científico mexicano Ruy Pérez Tamayo: la ciencia es “una actividad humana creativa cuyo objetivo es la comprensión de la naturaleza y cuyo producto es el conocimiento, obtenido por medio de un método científico organizado en forma deductiva y que aspira a alcanzar el mayor consenso”.1 Lo que plantea nuevamente un problema: qué es el método científico. Pérez Tamayo lo responde como una serie de principios más que de procedimientos: “No decir mentiras (el error no es lo mismo que la mentira); no ocultar verdades, cuando se oculta parte de la información que ha permitido alcanzar un resultado […] se está impidiendo que la ciencia ejerza sus funciones críticas sobre nuevas proposiciones; no apartarse de la realidad; cultivar la consistencia interna; no rebasar el conocimiento ni extrapolar la información a lo desconocido, y por último, considerar que los hechos también se equivocan”.2

Por otro lado, en una carta de 1938 el llamado padre de la economía moderna, J. M. Keynes, le comentaba a otro economista, Roy Harrod, que “la economía es la ciencia de pensar en términos de modelos, y al mismo tiempo el arte de elegir cuáles son los modelos relevantes para el mundo contemporáneo. Y esto es así porque, a diferencia de las ciencias naturales típicas, los temas en los que se aplica no son, en muchos aspectos, homogéneos a lo largo del tiempo”.3

Al poner a dialogar ambas reflexiones podríamos pensar que una observación científica de la economía implicaría considerar la forma en que los modelos son relevantes para el momento, sin mentir, buscando consistencia y el mayor consenso posible, a fin de comprender y conocer. Y tal vez considerar la anotación que hace Keynes en la misma carta, que la economía implica introspección y juicios de valor.

Y es en esta introspección cuando rescato la frase del título: “cuando la economía se solidariza, la solidaridad se economiza”, enunciada por José Guillermo Díaz Muñoz, doctor en Estudios Científico–Sociales, durante su charla del Café Scientifique de 2013, titulada “Las economías solidarias en América Latina: nuevos paradigmas en la ciencia económica”.4

Para Guillermo el modelo económico capitalista ha colapsado, y los modelos emergentes apuntan a considerar otros valores, como el de la reciprocidad: “El proceso de dar, la obligación de recibir, y la obligación de devolver”, lo que para él constituye la base de una economía que pueda llamarse solidaria.

“Es un proceso recursivo. La economía se solidariza porque el oikos, la casa Aristotélica, la casa del mundo, se abre para todos, se vuelve incluyente, y al hacerlo la economía se vuelve política y democrática. Y al mismo tiempo, la solidaridad se economiza significa que no es solo un acto voluntario o de caridad de devolver, sino que se convierte en una obligación, y por lo tanto se regresa a la casa común”.5

Nuevos modelos para nuevas realidades.

Escucha completa la charla del Dr. Díaz:

https://cultura.iteso.mx/web/general/detalle?group_id=191678

 

NOTAS AL PIE

  1. Pérez Tamayo, R. Ciencia, ética y sociedad. Ciudad de México: El Colegio Nacional, 1991, p.29.
  2. Ibidem, pp. 49–51.
  3. Besomi, Daniele (ed.) The collected interwar papers and correspondence of Roy Harrod (edición digital). Cheltenham Glos: Edward Elgar, 2003. Disponible en: http://economia.unipv.it/harrod/edition/editionstuff/rfh.346.htm; consultado el 18 de agosto de 2019.
  4. Disponible en: https://cultura.iteso.mx/web/general/detalle?group_id=191678
  5. Idem.

Maya Viesca Lobatón / Académica del Centro de Promoción Cultural y coordinadora del Café Scientifique del ITESO.