Los centros de internamiento para adictos. Mitos y realidades

En las últimas décadas las adicciones en México han pasado de ser una problemática prioritariamente del ámbito de lo privado a considerarse un tema de salud pública debido a las consecuencias sanitarias y sociales que experimentan quienes las consumen. La Encuesta Nacional de Adicciones 2016 reveló un crecimiento significativo del consumo en la región Occidente de México, pasando de 5.5% a 10.3%, en un periodo de cinco años. En los planos nacional y mundial el dilema de estudiar las adicciones se encuentra inmerso entre la criminalización y la patologización. Esto ha creado un velo de desconocimiento e imaginarios colectivos que rodean al tratamiento y, en particular, una de sus formas de institucionalización: los centros de internamiento para personas con adicción y conductas autodestructivas.

En el cuadro siguiente presentamos algunos mitos y realidades sobre estos centros.

 

Mito Realidad
Todas las personas con adicción que se encuentran en centros de internamiento son golpeadas y maltratadas. En los centros de internamiento se utilizan métodos disciplinarios, como el encierro y el establecimiento de horarios, con sanciones si no se cumplen, entre otros, basándose en un reglamento de convivencia para rehabilitar a los adictos.
Todos los centros de internamiento reciben apoyo económico del gobierno. No todos los centros de internamiento reciben ayuda financiera del gobierno.
Todos los centros de internamiento se encuentran certificados por el gobierno. No todos los centros de internamiento cumplen con todos los requisitos que marca la Norma 028.
El gobierno logra atender toda la problemática de las adicciones en el Área Metropolitana de Guadalajara (amg). Mayoritariamente es la sociedad civil la que se encarga de rehabilitar a las personas con problemas de adicción.

 

Todas las personas que son internadas en los centros de rehabilitación son pobres, sin educación y criminales. En los centros de internamiento para el tratamiento de las adicciones se encuentran internadas personas de todas las clases sociales, creencias y profesiones.
Internar a una persona en un centro de rehabilitación es suficiente para su recuperación. La rehabilitación de una persona con adicciones implica la atención de la familia, sus redes y la capacidad de agencia de la persona del adicto.
El costo de un tratamiento para un problema de adicción es muy alto y poco redituable. En términos de costo–beneficio, la inversión en la rehabilitación del adicto es menor que las consecuencias de la actividad adictiva.
Para que un centro de internamiento tenga mayor efectividad tiene que estar conformado solamente por un equipo profesional o por personas en recuperación.  A mayor grado de colaboración entre profesionales, sector público y sociedad civil existen mayores probabilidades de éxito.
Todos los centros de internamiento cuentan con un médico y un psicólogo. Hay muchos centros que no cuentan con médicos y psicólogos.

 

Los centros de internamiento creados por la sociedad civil surgen como una opción de recuperación ante la necesidad de ayuda que tienen las personas con alguna adicción, sin embargo, son también instituciones con pocos márgenes de regulación y estándares bajos de calidad institucional. Esto ha provocado una enorme disparidad en los tipos tratamiento y atención que actualmente se ofrecen, aunado a la poca claridad y conocimiento de sus metodologías, lo cual ha facilitado una imagen pública alterada de sus prácticas, condiciones y características, y ha propiciado la aparición de estos mitos aún presentes en nuestra sociedad.

Los intentos recientes de apoyar su regularización y estandarizarlos —de acuerdo con la Norma Oficial 028— ha dado a sus directivos una herramienta para obtener el reconocimiento institucional a su labor, aunque aún es insuficiente debido al poco interés que existe en rescatar sus prácticas.

 

Irving Darío Castillo Cisneros / Estudiante de la Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del iteso

Larissa Sánchez Iñiguez y Nora Angélica Velasco Jiménez / Estudiantes de la Licenciatura en Psicología del iteso